Harmonía Integral surge en el año 2009. Fue la nueva puerta que se abrió a raíz de un cambio radical en mi vida. Mi profesión como arquitecta ya no me llenaba, sólo veía papeles, burocracia, normativas. Los procesos creativos eran casi inexistentes. Los proyectos se enfocaban en satisfacer normativas municipales y se olvidaban de los seres humanos. El resultado era rutinario, aburrido, exigente, insalubre.
Por aquel entonces, estaba terminando un curso de Instructora de Yoga. Dar clases me encantaba, el mundo de la energía se abría con curiosidad ante mí. Cada clase, cada persona, cada momento, cada cuerpo eran diferentes y esto le daba una intensidad y un sentido particular a mi existencia. Había dar y recibir, volvía la humanidad.
A partir de aquí, me introduje en distintas disciplinas, la primera de ellas relacionada con la arquitectura: el Feng Shui. Una disciplina que me permitía seguir en contacto con las casas, pero desde otra perspectiva: devolver el equilibrio, la armonía, el bienestar y la salud a los espacios que habitamos.
Paralelamente conocí The Grinberg Method e hice la diplomatura de 4 años en Austria. Es una técnica de trabajo corporal psicosomático muy potente en la que me inspiro para las sesiones individuales de Ser Cuerpo. Como cliente, después de años de psicoanálisis, me sorprendía la manera en que el cuerpo aún recolectaba experiencias sin asimilar, que entorpecían mi presente. Desde el inicio, el proceso fue muy profundo e intenso. De cada sesión salía con mucha energía, con más claridad, con un nuevo enfoque, serena, confiada. Dejé de enfermarme, sanaba y rejuvenecía.
Así se iniciaron las dos ramas de los servicios que ofrece Harmonia Integral: Feng Shui y Ser cuerpo.
A través de estas nuevas profesiones, he aprendido a utilizar mi visión y claridad para enfocarme en:
. Ayudarte a sanar procesos traumáticos y de sufrimiento,
. Enseñarte a obtener bienestar, armonía y plenitud,
. Mostrarte el camino más rápido y efectivo.
El reto más grande al que me he enfrentado ha sido el de querer saber menos desde la información y abrirme a la percepción, al conocimiento corporal intuitivo y sensible. Es así como este trabajo me ha devuelto la fuerza y el poder de mi potencial básico, que estaban esperando surgir y encausarse.
De la arquitectura he aprendido acerca del orden subyacente en todas las cosas, la organización, la importancia de la estructura, a construir en la realidad, a tener una visión global, a dejar volar la creatividad, a buscar y valorar la belleza y a comprender que cada sistema es una red de nudos, donde si uno se mueve, se mueven todos.
Antes rehabilitaba casas. Ahora rehabilito personas. Antes construía y esculpía edificios. Ahora construyo, esculpo la energía de los espacios y las personas. Sólo ha cambiado el foco: antes buscaba la satisfacción material del cliente, ahora busco dar a la gente bienestar, salud y realización personal.
Últimamente, he incorporado nuevas formaciones que complementan y agudizan todas las anteriores. El Coaching Sistémico con Constelaciones, me ha aportado la guía y acompañamiento de las personas para resolver sus conflictos a través del orden del sistema familiar y laboral. Es una herramienta de gran ayuda para desatascar nudos heredados de los linajes ancestrales. También para resolver patrones no resueltos en sistemas laborales. Por otra parte, es una muy buena opción para personas que tienen reticencia a trabajar en el cuerpo. Es un trabajo sumamente clarificador y liberador. La Bioenergética me ha aportado la sabiduría de la sanación grupal. También el aprendizaje sobre la cohesión del grupo y el traspaso de sus límites. Sus metodologías han completado mi formación para ofrecer trabajo corporal y sanación grupal. Por último, la Tecnología Luz Diamante, me aportó la sanación a través de la energía cristalina o diamantina y su poder sanador para grandes grupos.
