2002 – Rehabilitación Casa Raúl y Silvia

Zárate, Buenos Aires, Argentina

Desde el Bio-Hábitat, la primera intervención fue abrir la casa a la Naturaleza y a unas vistas privilegiadas sobre el Río Paraná.

Esta casa ya había sufrido una ampliación. La vivienda original tenía un claro estilo Moderno de tendencia Marina, con ojos de buey, líneas y almohadillados geométricos puristas.

La ampliación se dio ante la compra del solar contiguo. Se planteó para dar solución al uso de la vivienda como consultorio particular de su propietario. El estilo adoptado entonces fue el colonial, una tendencia muy marcada en la dueña de la casa, de ascendientes españoles andaluces.

En la ampliación anterior, se habían colocado las zonas de servicio: lavadero, baño, en el área de la barranca creando un tapón visual hacia las mejores vistas del predio. Esto a su vez, había provocado que algunas de las zonas de la casa quedaran oscuras y encerradas, como el comedor principal.

La solución fue utilizar parte de los antiguos consultorios como núcleo húmedo y de servicio, donde fueron colocados los baños y el lavadero. De esta manera quedó libre la mejor esquina del predio donde se colocó el comedor diario unificado con la cocina y la entrada de servicio directa al Garage.

Las instalaciones de agua caliente sanitaria, calefacción y electricidad, se diseñaron pensando en utilizar las grandes terrazas. Disponíamos de enormes superficies para colocar  placas solares y fotovoltáicas. Dado su coste se decidió realizar esta inversión a largo plazo.

El clima aquí es sumamente benigno, con lo cual se dio énfasis a los aleros existentes para proteger los grandes ventanales del sol estival, evitando el excesivo calentamiento del edificio. A su vez se dio una solución a los problemas térmicos y de humedades en los techos. Lo ideal hubiese sido una cubierta ajardinada pero no se dio por temas de mantenimiento.

A nivel funcional, se reorganizaron los ambientes a través de un amplio pasillo que, al igual que una columna vertebral, distribuye los ambientes, crea fluidez entre ellos, y abastece de iluminación natural a los ambientes oscuros y cerrados. Dado que Silvia es una artista formidable, se ha utilizado como Circuito de Arte para la exposición de sus pinturas.

A nivel externo, el conflicto de “estilos” se solucionó con un color sobrio pero cálido, que dio uniformidad al conjunto. Se mantuvieron las líneas puras racionalistas, y se mezclaron con detalles “coloniales” como las ventanas, las rejas, los aleros y los salientes curvos acristalados de madera. Ahora, ambos estilos conviven en HARMONÍA.

Hace un par de años se colocó un punto de acupuntura para reforzar la energía Adaptativa y crear un campo de protección ante el clima de delincuencia circundante, fruto de malas negociaciones políticas locales.

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